Durante los meses de invierno y primavera lo normal es escaparse para conocer ciudades europeas, practicar deportes de invierno o simplemente subir a la montaña a disfrutar de la naturaleza.
En cualquiera de estas tres opciones el equipaje es importante. No podemos pensar en una escapada urbana, sin llevar ropa y calzado cómodos que nos permitan recorrer sus calles durante horas. También necesitarás ropa de abrigo por si hace más frío de lo esperado y… ¡Ah! no nos olvidemos del neceser y un “modelito” algo más formal por si alguna noche decides salir a tomar algo.
No cabe duda de que lo imprescindible es una maleta práctica y urbana, que tenga el suficiente espacio para guardar todo lo necesario. ¿El tamaño? Dependerá de lo larga que sea nuestra estancia. Pero si el viaje es corto, lo mejor es una maleta de cabina, para no tener que facturar en nuestro viaje.
Un ejemplo perfecto para estos casos es la maleta de cabina Stork. ¿Quieres verla mejor?
Y para escapadas de aventura o en la montaña, lo mejor es una mochila de gran capacidad con espaldar ergonómico y correas de pecho y lumbar ajustables. Son perfectas para llevar suficiente ropa de repuesto, calzado extra e incluso algún mini botiquín para estar 100% preparados. Además, la ropa de montaña en ocasiones es más voluminosa y ocupa más espacio que la ropa habitual.
Por eso, lo mejor de este tipo de mochilas es que ¡tienen las cremalleras impermeables! Olvídate de abrir tu mochila y encontrar tu ropa húmeda.
A nosotros nos encanta el modelo Nada Summit que tiene una capacidad de 50L. Bonita, ¿verdad?
Ahora solo falta que escojas tu escapada perfecta y el tipo de maleta o mochila que más se ajuste a tu tipo de viaje.
Y tú, ¿a dónde tienes pensado viajar?