Las rebajas, esa época del año que atrae tanto a adeptos como a oponentes. Famosas por sus punteras apariciones en televisión con las míticas imágenes de vallas de centros comerciales abriéndose, multitudes de gente corriendo como poseídos y señoras octogenarias agolpándose entre montones de ropa, forcejeando por conseguir alguna de las prendas que agarran con los dientes.
Sí, las rebajas son sinónimo de ansiedad, dolor de cabeza, agobio, desesperación y cansancio. Sin embargo, y aunque últimamente los comercios tengan rebajas y ofertas durante todo el año, no podemos evitar guardar un par de días para acercarnos a las tiendas en el periodo estelar de invierno y verano. No nos engañemos, las ganas por encontrar alguna ganga nos pueden.
Pero, ¿realmente necesitamos todo lo que compramos?, ¿qué debemos hacer para sacarle el máximo partido a las rebajas y no dejarnos llevar por los atrayentes carteles, las suculentas ofertas y las irresistibles promociones? Sigue leyendo y toma nota de nuestros consejos para aprovechar todo lo bueno que nos ofrecen las rebajas y que no te pueda la angustia en el intento:
- Haz listas con lo que necesitas. Piensa de antemano, esto evitará que compres compulsivamente y te centres en lo imprescindible. Además, te alejará de la tentación de pisar la colección de nueva temporada. Claro, que también debes dejar un hueco para uno o dos caprichitos. Si has fichado algún producto lleva apuntada la referencia para que sea más fácil encontrarlo.
- Fija un presupuesto. Esto te ayudará a llevar una idea clara de lo que quieres gastarte y no pasarte. Intenta llevar dinero en efectivo y no abuses de la tarjeta de crédito, muchas veces se pierde la noción de lo que se está adquiriendo.
- Traza una ruta de tiendas. Intenta evitar comercios que vayan a estar excesivamente masificados, como los del centro de tu ciudad, y apuesta por tiendas que estén más alejadas o por centros comerciales de la periferia.
- Elige una hora con “poca” afluencia de gente. No te decimos que hagas cola desde las 8 de la mañana para ser el primero en entrar en la tienda, pero evita ir en horas específicas para evitar agobios, interminables colas y en consecuencia, enfados.
- Invierte en clásicos. No te dejes llevar en exceso por las tendencias, ni te vuelvas loco con prendas o artículos que sabes que no vas a utilizar. No compres por comprar, ni te cautives por ese bonito cartel que bajo un 5,90€ esconde un 25,90€. Sí, es un chollo, pero es posible que ese artículo vaya al fondo de un armario y acabe olvidado.
- Encuentra oportunidades. Es posible que no te apetezca probarte ese abrigo de invierno, ni ese pantalón largo, pero puede que sea un buen momento para tener visión de futuro y ahorrarte un dinero en productos que posteriormente vas a necesitar.
- Compra tu talla. “Solo queda una 34, pero así adelgazo un poco” o “no queda tan ancho, tal vez para bajar a la playa…” ¡Error! No te auto convenzas. Si no es tu talla es posible que no te favorezca nada.
- No vayas con una mentalidad compulsiva. Las rebajas pueden resultar muy dañinas para nuestro bolsillo.
- Asegúrate de las condiciones de cada artículo y de la posibilidad de cambio. Si no estás seguro de un artículo siempre es mejor llevártelo a casa y pensarlo detenidamente, es probable que si lo dejas en unas horas desaparezca de la tienda.
- Conserva los tickets. Parece algo evidente pero es muy común meter los tickets en las bolsas y luego olvidarse de ellos o perderlos. Guárdalos todos juntos en un monedero o bolsillo donde no haya riesgo de extravío.
Y sobre todo, ¡cárgate de paciencia! Nadie dijo que fuera fácil, pero te prometemos que es posible encontrar artículos que son toda una oportunidad y no morir en el intento.